I
Una cuna de infortunios
«La infancia es como el agua que baja de un grifo, y no vuelve a subir».
Nació en Lisboa, el 16 de marzo de 1825, en el seno de una familia burguesa de Trás-os-Montes. Perdió a su madre a los dos años y a su padre a los diez. Por decisión del Consejo de Familia, fue enviado, entonces, con su hermana Carolina, a la ciudad de Vila Real, al cuidado de una tía paterna, que se mostró poco atenta a brindar a los huérfanos el cariño que necesitaban.
En 1839, Carolina se casó con Francisco José de Azevedo, estudiante de medicina que vivía con un hermano, el Padre António de Azevedo, en Vilarinho de Samardã. El sacerdote acogió con cariño al adolescente; le enseñó doctrina cristiana, latín y lengua francesa; y lo animó a leer las obras maestras de los escritores clásicos.
Vilarinho de Samardã, freguesia portuguesa do município de Vila Real
Hacia 1841, el joven se traslada a Friúme, con el objetivo de seguir las clases del conocido latinista Padre Manuel Rodrigues (o Manuel da Lixa). Se quedó en casa de una prima, Maria do Loreto.
El breve paso por las orillas de Ribeira de Pena en el río Tâmega y las experiencias vividas allí le dejaron profundos recuerdos que se reflejaron en su futura producción novelística.
Residencia del Padre Manuel da Lixa
Célebre maestro de latín con quien Camilo consolidó su conocimiento de la lengua y cultura latinas, con el fin de calificar para los exámenes de ingreso a la carrera de Medicina en la Escuela Médico-Quirúrgica de Porto.
Maria Moisés
Uno de los conocidos relatos de Camilo. Aunque se haya inspirado en la vida de una señora que vivía al pie de la casa de São Miguel de Seide, Camilo desarrolló la narración utilizando las costumbres rurales de Ribeira de Pena y el verde paisaje recortado por el río Tâmega.
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